Mostrando entradas con la etiqueta Zombies. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Zombies. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de mayo de 2016

Reseña: 13 Zombies - Javier Cosnava



Ficha Bibliográfica
Título: 13 Zombies
Autor: Javier Cosnava
Editorial: Autopublicado
Género: Género Z, Histórico
Formato Digital: Epub, Mobi
Páginas: 150 (Aprox.)

Sinopsis
Durante la guerra civil española, dos hermanas se enfrentan a un misterio. Las han drogado y están en una casa vacía, rodeadas de zombis. Pero no saben cómo han llegado ni por qué están allí. Ni siquiera dónde se encuentra la vivienda, ni si realmente es una vivienda... o es alguna otra cosa.

Descubrir la realidad de lo que les está sucediendo será mucho más difícil de lo que esperaban. Y si lo consiguen, seguramente habrían preferido no hacerlo jamás.

Porque el secreto del lugar en el que se encuentran les enfrentará a una pesadilla inimaginable.

Reseña

Ya es la segunda obra que reseño de Javier Cosnava y sólo puedo decir que me sigo sorprendiendo con su estilo. Como bien vimos en la reseña de Diez minutos para una estrella fugaz, el estilo del autor se centra en la narrativa histórica y es ahí donde desarrolla su historia fantástica: En este caso los Zombies -y no los que caminan lento y se transmite por la mordida, aquellas bestias que Romero popularizó: Cosnava nos trae una variante del mito haitiano del Zombie, donde hay amos que dominan personas difuntas, trayéndolas de la muerte… Pero de eso no va el relato.

Corre 1936, agosto para ser más exacto, y la Guerra Civil española se desataba. Trabajando como siempre con realidades alternas, el autor nos refleja la idea de una guerra entre bandos donde las bestias supernaturales y los humanos místico se enfrentan, dos hermanas alemanas buscan dar con un libro que su hermano les exigió para poder combatir a las bestias españolas, pero pronto se dan cuenta que la guerra va enserio y el Lacroix las buscará para recuperar lo suyo y darles muerte.

Este libro tiene la peculiaridad de presentar una historia simple, donde hace foco en los continuos flashbacks de los protagonistas para obtener riqueza narrativa, la historia se va a ir tejiendo entre el pasado y el presente para poder entender un poco más la realidad; generando así una identidad histórica al texto. A diferencia de Diez minutos para una estrella fugaz, este libro es mucho más simple y aun de la posibilidad de expandir un poco más las historias de los personajes, los datos aportados sólo nos sirven para completar la personalidad de los personajes y su historia, pero no afecta a la trama en sí.

Otra obra para disfrutar del autor, donde se nos imbuye a ese símbolo que representa su literatura: El guiño histórico, factor que busca trabajar con datos verídicos para lograr una sensación de unidad en el lector, además de impulsar una instrucción sobre los eventos referidos a la Segunda Guerra Mundial, como vimos en la anterior obra de Cosnava reseñada.

sábado, 1 de agosto de 2015

Colegio Z: Ala este - Ignacio Mallén

Ficha Bibliográfica
Título: Colegio Z: Ala este
Autor: Ignacio Mallén
Editorial: Autopublicado
ASIN: B0077ED63U
Precio: 1 U$D, aunque en este momento Gratuito (Amazon España - Ebook)
Páginas: 242 (Aprox.)

Los alumnos del colegio privado "Siete de noviembre" deberán luchar por su vida, pero no contra los zombis que les rodean sino contra ellos mismos.





domingo, 14 de diciembre de 2014

El último

Aquí, pisando el final de la colina, giro por no escapar. Estiro mi pierna y empuño mi rifle. Descargo sus balas, algunos cráneos explotan. Recargo. Doy un paso atrás, el suelo sede un poco. Me afirmo. Descargo sus balas. La sangre se confunde con la enrojecida luna, recargo. Última ráfaga que podré dar. Huelo a muerte delante, detrás mío el vacío. Gemidos. Apunto a su cabeza, acomodo mis pies. Derrumbe. Cada vez huele menos a esos cuerpos putrefactos, esa muerte. Ellos me miran caer. Empuño el arma del revés. Yo era el último vivo aquí, no tenía mucho anhelo de seguir. Ahora anhelo que haya quedado al menos un cartucho. Jalo el gatillo…

martes, 25 de noviembre de 2014

Monólogo (Relato)


No, la verdad que ese día no fue de los mejores. Se me había pasado por la cabeza mi muerte, pero esto… Esta herida no sé cómo llegó aquí. Por más que trato de recordar, lo único que viene a mi mente es la desesperación con que empezó ese día: La poca comida que disponíamos para vivir se acababa. De hecho, un loco desquiciado fue parte del quehacer matutino. Hubo forcejeos, gritos, piñas, escupitajos, filos, estocadas y disparos. Nunca lo hubiese creído que el hambre cambia tanto a las personas. Suerte que el cólera por hambruna se cura, con comida o con una buena descarga de perdigones. Pobre de él, cayó parte del decorado apocalíptico. La verdad digo, pensándolo de nuevo, que no tenía pobreza su final. Él no se levantaría. No generaría ningún problema, ni para sí ni para nosotros. Descansaría en paz y eso es lo que todos pretendemos, paz.

Lo que siguió no fue menos. Además de haber sido sorteado para tener que desechar el cadáver y conseguir comida, soportar los llantos de algunos compañeros tampoco fue de agrado. Nos perdimos en el andar. Caminamos y caminamos, el exterior de nuestro campamento estaba desolado: No hay mucho para explicar de lo que había fuera, tú ya lo has visto. Se dice que la muerte está en todos lados, te predican de “Ellos” como si fueran muertos vivos, porque no dejan de moverse. Uno, a veces, confunde conceptos. Cree que la vida es el corazón, pero los científicos desaparecieron sin revelarnos que es realmente “estar vivo”.

Perdón que deje contarte, pero espero que no hayas sido de esos que se metieron a un armario con torres de latas a esperar que el tiempo pase, inundados con la ilusión de ser rescatados por “Nosotros” ó “Ellos”. Yo no puedo imaginar estar así, sentiría claustrofobia. Pero no de estar encerrado, de no hacer nada, revolcado como un cerdo en mi propia esencia humana. Tampoco soy quien pueda decirte “Bien” o “Mal”, no puedo diferenciar. Eso mismo les dije a quienes me acompañaban.

A propósito, ¿Me dejas recostarme a tu lado? Seguro que es la parte más cómoda del suelo. Estoy empezando a sentir un poco de frío. He visto a muchos sufrir los efectos de una herida como esta. Primero, no coagulan; segundo, arde y se siente como te corroe por dentro; y tercero, empiezas a levantar temperatura hasta que tu cerebro se consume en una fiebre descontrolada. La pasas entre sudor frío y delirio. Yo no creo que la pase tan mal hasta que empiece a salir espuma por mi boca. Una de las últimas personas que recuerdo en pasar por eso fue Rosana. Era una chica buena, pero, ahora que lo pienso, creo que no le dieron tiempo a enloquecer. Todavía escucho sus gritos al intentar abrir la puerta que yo trabé. Intentó Maldecir a toda mi familia cuando la alcanzaron las extremidades de “Ellos”, cuando la atrajeron y se deleitaron saboreando su interior. Lo recuerdo muy bien, la ventana de la puerta me hacía el único espectador de mi obra. Era muy peligroso dejarla pasar. Eso le diría a José, el tercero en sacar la vara más corta. Él se había adelantado…

Disculpá que interrumpo nuvamente, ¿Te estoy aburriendo? Es que veo tu cara de “nada” y no sé si te puedes concentrar en lo que digo. Voy a tomar eso como un si… Te estaba diciendo que José estaba delante mío, a unos pocos escalones de llegar al otro piso. Escuché una puerta abrirse y los gritos de mi compañero que alertaban sobre “Ellos”. Pude dar con la escena, muchas manos trataban de arrastrarlo al infierno. Sentí el impulso, algo que nunca se había presentado en mí: El cólera de la supervivencia, el “Él o Yo”. Mi pié impulsó a José al infierno, lo condené. No sentí dolor ni culpa. Si frío, sentí el mismo frío que ahora.

Pero no recuerdo esta herida, al entrar aquí no la tenía, o eso creo. Vienen a mi cabeza imágenes de que corrí. Siento haber tumbado algunos cuerpos sin vida con mis manos… ¡Ahí! Al último no lo pude prever. Su mano formó parte de mi cuerpo por unos instantes. Ahora lo recuerdo bien. Tras él estaba este lugar y sólo pude entrar al volarle los sesos y girar el picaporte. Trabé, antes que nada. Lo bueno es que solamente estabas tú.

Y todavía estás, eso es bueno. ¿Puedes cambiar tu cara de nada? Es que me recuerda a alguien. El frío me está matando, sabes. Siento que en cualquier momento voy a ser como tú, con cara de nada. Sabes, mi madre te diría que estás igual de “chulo” que yo. Tienes una cara muy parecida a la mía, seguro que sientes frío, por eso tu cara de nada…



lunes, 24 de noviembre de 2014

Nuevo libro: Degeneración - David Pardo.



Dando vueltas por Ejercito Zombie, logré dar con el autor de esta obra: Un tal David Pardo. Dándole charla, llegué a entender mejor cual fue el sentido de la historia. Sus ganas de dar a conocer su forma de ver el mundo, de sumergirnos en al caos al que puede llegar a ser el mundo, según él.
Volviendo a la temática del terror, los zombies son de esos temillas tabú que se están empezando a transformar en una inmensa turba de seguidores hambrientos de Pulp. Cada historia que sale, sea de la calidad que sea, del autor que sea, región, religión; es saboreada a cada bocado visual. Entre tanta vorágine aparecen nuevas obras que nos sorprenden. Ellas nos llegan a deleitar, hasta dejan en nosotros un gustito de querer más.