1. f. Conjunto de teorías y de técnicas que permiten el
aprovechamiento práctico del conocimiento científico.
2. f. Tratado de los términos técnicos.
3. f. Lenguaje propio de una ciencia o de un arte.
4. f. Conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales
de un determinado sector o producto.
Si tomamos la definición de tecnología de Gay (1995), “La tecnología es el conjunto ordenado de conocimientos y los
correspondientes procesos, que tiene como objetivo la producción de bienes y
servicios, teniendo en cuenta la técnica, la ciencia y los aspectos económicos,
sociales y culturales involucrados; el término se hace extensivo a los
productos (si los hubiera) resultantes de esos procesos, los que deben
responder a necesidades o deseos de la sociedad y, como ambición, contribuir a
mejorar la calidad de vida.”[1],
nos encontramos con una definición muy amplia, que toma en cuenta aspectos no
numerados en las definiciones de la RAE[2],
como las necesidades y deseos sociales, de los servicios, y de “mejorar la
calidad de vida”.
La expresión en esta amplia definición, deja a la tecnología
más allá de una simple de “Conjunto de teorías y de técnicas”, también como una
disciplina encargada de satisfacer la problemáticas y necesidades sociales y el
perfeccionamiento hacia el menor impacto al ambiente y al ser humano.