Introducción
La editorial argentina
está incursionando en las formas de publicación digitales que ya hacen uso
varios países como Estados Unidos, España, China o Alemania. Desde
2009 que los datos arrojados por la Cámara Argentina del Libro (CAL) exponen un crecimiento y
posteriormente un estancamiento de las publicaciones digitales, demostrando
como el paradigma de lectura en la sociedad está orientado a la lectura de
libro impreso. Hacia 2014 el abaratamiento de equipos que pueden ser usados
como lectores electrónicos ayudó a un crecimiento de los hábitos en la lectura
digital, siendo Smartphone los principales soportes. A hoy en día el porcentaje
de publicación se mantiene cercano al 15% de publicaciones digitales como hace
cinco años.
Un inicio tardío
Los paradigmas
digitales fueron tardíos dentro de la sociedad argentina. Los hábitos en el uso
de las Tecnologías de la Información (TIC) fueron introducidos como materia de Educación Secundaria
hacia 2010, junto
a los proyectos de alfabetización digital presentada como Conectar Igualdad, exponiendo una realidad donde la sociedad
está desligada del hábito en el uso de las TIC
y los soportes virtuales de la lectura. Según
la CAL, para 2009, el 5% de las
publicaciones representó al sector digital, siendo apenas el 12,6% de ese
porcentaje lo referido a libros digitales. El crecimiento en 2011 representó el
15% de producción digital respecto al total y expone uno de los picos más
importantes, manteniendo esa proporción aproximada aun en todo el periodo del
2015, donde hubo también un 15% de libros digitales según
el CAL. Esto expone que, aun del
incremento de editoriales que introducen sus productos digitales, los
compradores siguen optando por la compra de material físico antes que el virtual.
Hábitos
de lectura
Uno de los principales
factores para el impulso de la producción de contenido digital es focalizar un
nicho donde pueda generarse consumo. En el caso de los libros digitales en la Argentina esta franja, para el 2011, estaba
reducida claramente a especialistas que hacían uso de las ventajas de la
portabilidad electrónica, pero el usuario tipo estaba muy alejado de este
tipo de prácticas y hábitos, donde una
encuesta realizada por el Consejo
Nacional de Lectura (CNL)
durante la 39a. Feria del Libro en el 2011 expuso que el 67% de las
personas leía sólo en papel, un 7% usaba tanto pantallas como papel y un 1%
leía desde la pantalla solamente. El informe es aplanador frente a la
divulgación de la lectura de publicaciones digitales, aunque
en el 2015 una nueva encuesta demuestra como los porcentajes se empiezan a
tomar otra forma, donde el 44% de las personas encuestadas no leyó ningún
libro digital en el último año, mientras que las personas que leyeron en
soporte digital representan un 37%. Esta información nos aclara como la posible
introducción de nuevos equipos portátiles al mercado y el avance de las
técnicas de lectura digital hace, así como la introducción de las TIC o de un plan de Alfabetización
Tecnológica, un desarrollo en la sociedad hacia la incorporación de
nuevas competencias en TIC, como la
lectura desde soportes electrónicos.
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