Últimamente, al navegar por las redes sociales y demás
nichos, di con publicaciones que poco se podían leer. Escribir puede resultar
simple, nos ponemos frente a una hoja con un bolígrafo o un lápiz. Pero la Web
va más allá de ponerse a escribir, va en la idea de transmitir hacia otro que
nos lee, que se interesa por saber qué dice nuestro texto. Esto genera una
nueva necesidad: Debemos optimizar el texto para que genere en el otro lo que nosotros queremos que genere. En pocas palabras, el lector debe lograr entender lo que nosotros queremos decir,
¿Cómo se logra esto?
Debemos tener en cuenta tres cosas:
Una es la morfología del texto y la otra es la gramática del texto y por último
la ortografía.
¿Qué quiero decir con morfología?
La forma en que confeccionamos el texto es esencial para
transmitir. Si no separamos en párrafos, si no diferenciamos diálogos, citas o
links vamos a tener un problema de transmisión, el otro sólo verá un mazacote
de texto, largo, cansador, su vista dará saltos entre líneas de texto dándole
más trabajo leernos o pasará por alto partes importantes del texto. O sea, transmitiremos una mala versión de nuestro
texto, y no brillará. Esto no quiere decir que a todos los lectores les ocurra
lo mismo y dejen de leer apenas empiece el texto, sólo digo que no le estamos
facilitando el trabajo.
Y de aquí vamos al segundo ítem: La
Gramática.
¿Por qué estudiamos a la gramática como segundo ítem? Porque
la gramática no tiene que ver con la morfología del texto, pero tiene que ver
con las relaciones entre las palabras dentro del texto y el mensaje que se
quiere transmitir. Si nuestra gramática es deficiente, y aun de que tengamos
una buena morfología en el texto, la gente tendrá que leer tres o cuatro veces para entender que quisimos decir. Es por ello que siempre debemos cuidar
el uso de las palabras, las expresiones que utilizamos y las conjugaciones
verbales y del sujeto.
¿Por qué la ortografía a lo último?
Si tenemos un texto montado con buena morfología y gramática,
las palabras que pudiesen estar mal escritas son mínimas para el entendimiento
del texto o la transmisión del mensaje. Pero eso no quita que la ausencia de
ella no afecte al texto. Hay un paradigma social de desprestigio a los textos
que no cuentan con una buena ortografía. No podemos obviar, gracias a esta
cuestión, el acatamiento a la ortografía, siempre y cuando no fuese una
narrativa y se vea necesario escribir palabras adrede para transmitir
sensaciones o lograr expresar a un personaje específico. Recordar siempre usar
comillas para expresar que no es un palabra aceptada por el diccionario.
Espero que estos pocos ejemplos sean un buen comienzo para
poder empezar a escribir un poco mejor en la Web.
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